viernes, 30 de diciembre de 2016

Y henos aquí, el último día del 2016, todos listos para festejar el año viejo y recibir el 2017 de la mejor manera.

En lo personal, este año que termina fue intenso, con contrastes bien marcados a nivel personal, profesional y estudiantil. Y es en estas tres áreas que voy a analizar mi 2016.

En lo profesional, pues, he conservado mi trabajo, a fuerza de necesidad y aguante, las duras condiciones económicas del país provocan que el mercado laboral se torne agresivo. Gente salió, y los que nos quedamos, debimos cubrir sus puestos, o chau. Y así, realizando tareas de hasta tres personas distintas, toca ahora sacarse el aire para conservar un sueldo medianamente decente. Soy bueno en lo que hago y me gusta, por ello he podido soportar las condiciones laborales, no obstante de terminar agotado al final del día.

En lo estudiantil, prácticamente termino el año con dos materias menos de las que empecé este octavo y último semestre. A falta de tiempo, y últimamente desgano y desinterés, opté por retirarme de dos materias, con lo que me obligo a extender por un año y medio más mis estudios. Y será difícil, terminar esta carrera con personas que apenas voy a conocer, ver como mis compañeros y amigos obtienen su título y avanzarán en busca de nuevos retos, mientras yo, aún permaneceré en la facultad. Triste.
Y en lo personal, es lo que más duro me ha dado este año. Y sobre el que más críticas tengo, críticas porque me vi afectado por opiniones ajenas a mí. Los que me conocen supieron que comencé una relación sentimental, con una mujer que de entrada se ganó trabas y negativas por parte de amigos y familiares, su “pecado”, tener 3 hijos. A casi nadie le interesó conocerla, saber más de ella, simplemente criticaron mi decisión. Al principio, debo confesar, no estaba muy convencido del asunto, estaba más bien, probando suerte, pero conforme avanzó el tiempo me fui dando cuenta de que era lo que quería.

Quien más que yo para saber que me hace feliz y que no. Pero las voces en contra no callaban, llegaban por todos lados los comentarios y criticas a mi relación y empezó una cadena de errores, mis errores, que terminaron por arruinar este pedacito de felicidad que la vida me estaba regalando. Y lo perdí. En todo sentido. Perdí.

Una suma de errores que no dejaron opción a reparar el daño provocado, un alejamiento inevitable y el adiós definitivo. Fueron pocos meses de relación, pero considerando que llevaba años en completa soltería, fueron meses que difícilmente podré olvidar. Y como me cuesta superar el rompimiento.
Desde que punto de vista pueden criticar mi elección, desde cuando saben que es lo que me conviene, hace que tiempo se dieron el derecho de querer organizar mis decisiones. Amigos y familiares fallaron, hasta del exterior llegaban voces diciendo muy sutilmente que ella no convenía. ¿Nunca han estado presentes en mi vida, pero ahora saben que es lo que me conviene?

¿Acaso no bastaba verme feliz? ¿No bastaba con verme la sonrisa?, ¿de saber que me encontraba mejor que nunca? De que en mi puta vida jamás había querido tomarme fotos de manera ridícula, y ahí estaba yo, riendo de manera honesta, pero no les bastó. Típicamente mis domingos eran de encierro, nunca salía de casa, pero en aquellos meses, aprendí a disfrutar un domingo de parques, de juegos, de distracción, de risas, ya no pasaba amargado y creo que se notaba.

Gente, era feliz. Con eso bastaba…

Hoy me debato entre la depresión y la amargura, y ya nadie critica, nadie dice nada, es como si todo hubiera vuelto a la normalidad. La culpa fue mía, yo cometí errores, yo propicie el abandono, todo por escuchar las voces negativas. Mi culpa, de nadie más.

Perdón.

Y aquí mi compromiso, no voy a prometer bajar de peso, ni empezar a hacer cosas que sé que nunca haré, solo comenzaré este 2017 con la convicción de que las relaciones amorosas no son lo mío, hay personas que nacen con estrella y otras estrelladas, yo soy de los segundos. Evitaré a toda costa involucrarme sentimentalmente con nadie, tal vez así las voces negativas jamás vuelvan a sonar…

A los que me apoyaron, gracias.

Les deseo un feliz 2017.


Saludos.